La Cadena de Oración de esta semana está enfocada a la Pascua de la Iglesia Occidental y sólo se centrará en la Pascua, celebrada la semana pasada. Además, estas oraciones se utilizaron en la vigilia especial de Pascua celebrada el 30 de marzo, que contó con mensajes del Reverendo Munther Isaac y oraciones dirigidas por muchos de nuestros socios: Bethlehem Bible College (BBC), Christ at the Checkpoint (CATC), Churches for Middle East Peace (CMEP), Freedom Road, Gaza Ceasefire Pilgrimages, Global Emersion, Kairos Palestine, Network of Evangelicals for the Middle East (NEME), Red Letter Christians (RLC) y Telos.
Dios de luz, sabemos que la opresión está basada en el engaño y que tu Santa Justicia se centra en la verdad. Arroja luz sobre las perversas mentiras de los sistemas, gobiernos, ideologías y teologías que provocan tanto sufrimiento. Bendice a los periodistas y defensores de Gaza que están exponiendo al mundo los crímenes ocultos y no ocultos que se están cometiendo. Hosanna en el cielo a Cristo, que entró en Jerusalén no sobre un caballo blanco, sino sobre un asno, sálvanos de nuestra incredulidad, y libera a los oprimidos de los faraones y Pilatos modernos.
Roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
Dios de María, comprendemos tu llanto por tu Hijo a través de los llantos de las madres palestinas que lloran a sus hijos martirizados. Señor, si somos los que presenciamos la crucifixión de Gaza, que seamos como María Magdalena, que no dejó que el dolor y la pena la insensibilizaran ante el sufrimiento de Cristo. Señor, danos valor para dar testimonio con nuestras acciones y nuestra voz. Si somos nosotros los que crucificamos, muévenos a arrepentirnos y a confesar públicamente.
Roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
Mesías crucificado, contemplamos cómo fuiste torturado, escarnecido, golpeado, despojado y asesinado en la cruz. Tu grito "Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado?" (Mateo 27, 46) es una exclamación que venimos pronunciando desde hace más de 75 años, y ahora más que nunca. Señor, te damos gracias por identificarte con nosotros desde que fuiste "despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores y experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado y no lo estimamos" (Isaías 53,3). Esperamos el día de tu regreso.
Roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
Dios de resurrección, aunque estemos desolados y nos sintamos como si estuviéramos permanentemente en Sábado Santo, la tumba está vacía. Proclamamos tu victoria sobre la muerte, resistiendo contra viento y marea y recordamos tus palabras "No temáis" (Mateo 28,10). Tu resurrección es buena nueva para los oprimidos, ya que anuncia la victoria sobre el pecado y la liberación. Ayúdanos, Señor, a participar en tu nueva creación trabajando por la justicia, la liberación y la paz en Palestina.
Cristo ha resucitado. Verdaderamente ha resucitado.
Dios de la nueva creación, después de resucitar fuiste confundido con un jardinero. Ayúdanos a cuidar de tu creación, arrancando las malas hierbas y las raíces de la opresión y plantando árboles y plantas de amor y justicia. Mientras nos enfrentamos a días oscuros, tengamos paciencia activa, ya que " esperar lo que no vemos, es aguardar con paciencia" (Romanos 8:25). Nos aferramos a nuestra fe en que llegará el día en el cual Él "enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado." (Apocalipsis 21:4).
Cristo ha resucitado. Verdaderamente ha resucitado.
Dios que era y es y ha de venir, nosotros, las piedras vivas, los descendientes de la Iglesia Primitiva, y los Santos somos pocos en número en nuestra tierra. Señor, el destino de tu rebaño en Gaza es incierto, sin embargo, permanecemos firmes. Ayúdanos a comprender que la misión es la misma, independientemente de nuestro número y capacidades. Señor, que no nos apoyemos en nuestro propio entendimiento, sino que tengamos una fe que produzca buenos frutos. Ayúdanos en estos días a luchar por nuestra existencia en nuestra tierra natal y a purgar cualquier corrupción en nuestras iglesias, teologías e instituciones.
Cristo ha resucitado. Verdaderamente ha resucitado.
Nos unimos al Consejo Mundial de Iglesias en su oración por los países de Armenia, Azerbaiyán y Georgia.
Roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
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